lunes, 8 de octubre de 2007

Su hígado transforma sustancias químicas nocivas convirtiéndolas en sustancias inofensivas. El alcohol es una sustancia química nociva y, mientras que la inactivación de la misma es buena para el cuerpo entero, las células del hígado se pueden dañar en el proceso.
El alcohol puede causar enfermedad del hígado y el riesgo depende de cuánto alcohol usted bebe durante cierto período de tiempo. Existen más de 100 enfermedades del hígado las cuales son causadas por virus, defectos hereditarios y reacciones a las drogas y a las sustancias químicas.
Los Hechos Sobre La Enfermedad del Hígado
El alcohol es una de las drogas más comúnmente usadas que dañan el hígado. Aunque usted sólo beba socialmente, aún así está en riesgo de ocasionar daño a su hígado.
El abuso del alcohol es una causa principal de muerte alrededor del mundo. Se estima que en los Estados Unidos, 10 por ciento de los hombres y 3 por ciento de las mujeres sufren de problemas persistentes relacionados con el uso del alcohol.
El alcohol por sí sólo en grandes cantidades es un veneno. En general, mientras más usted bebe mayor es la posibilidad de que resulten daños en el hígado. Algunas personas experimentan reacciones más adversas al alcohol que otras.
Las mujeres toleran menos el alcohol que los hombres. Los investigadores científicos creen que los hombres genéticamente tienen una mayor capacidad de digerir y eliminar el alcohol que las mujeres. Los estudios muestran que un porcentaje mucho más alto de las mujeres que consumen menos alcohol que los hombres resultan con cirrosis. En 20 por ciento de la población, un mínimo de 2 ½ onzas de licor de alto contenido alcohólico o 2 ½ cervezas o vasos de vino al día pueden causar cirrosis en las mujeres, y casi el doble de esa cantidad causa cirrosis en los hombres.
Incluso cantidades moderadas de alcohol pueden tener efectos tóxicos cuando se toman con drogas sin recetas que contienen "acetaminophen." Si usted está tomando medicinas sin recetas, tenga cuidado especialmente en torno al alcohol y no utilice una bebida alcohólica para tomar su medicina.
ENFERMEDADES POR DEMASIADO ALCOHOL
Hepatitis Alcohólica
La hepatitis alcohólica es una inflamación del hígado la cual puede durar muchos meses. Los síntomas incluyen:
* Pérdida de apetito * Náusea · Vómito * Dolor y sensibilidad abdominal * Fiebre * Ictericia * Confusión mental.
Los bebedores sociales también pueden desarrollar hepatitis alcohólica, dependiendo de la reacción de su hígado al alcohol.
Una vez que el hígado de un paciente se haya sensibilizado al alcohol, cualquier cantidad de alcohol, incluso menos de una bebida, puede ocasionar que la hepatitis alcohólica se repita. La hepatitis alcohólica es reversible si el paciente deja de beber, pero generalmente toma varios meses para resolverse.
La hepatitis alcohólica es difícil de diagnosticar. Los síntomas son a veces peores por un tiempo después de que se deja de beber, que durante el episodio de la bebida. Los análisis de sangre pueden ayudar con el diagnóstico; sin embargo, una biopsia del hígado puede confirmar el diagnóstico. Durante la biopsia se toma un pedazo minúsculo del tejido del hígado para ser examinado bajo un microscopio. La biopsia se hace generalmente bajo anestesia local.
La hepatitis alcohólica puede ser fatal, especialmente si el paciente ha sostenido previo daño al hígado. Gran cantidad de alcohol y una mala dieta pueden también dañar el hígado y causar otras enfermedades tales como cirrosis.
Cirrosis Alcohólica
La cirrosis resulta cuando las células normales del hígado son dañadas y substituidas por el tejido de la cicatriz. Esta cicatriz evita que el hígado realice muchas de sus funciones vitales.
Existen muchas causas para la cirrosis. El abuso prolongado del alcohol es una de ellas. La hepatitis crónica es otra causa mayor. Las causas más frecuentes en los niños son hepatitis neonatal y atresia biliar, una enfermedad que daña el conducto biliar. La cirrosis también puede ser causada por defectos hereditarios en el metabolismo del hierro o del cobre o la exposición prolongada a las toxinas.
La cirrosis alcohólica se diagnostica entre alcohólicos cerca de 10-25 por ciento del tiempo. Algunos individuos que son "bebedores sociales," no alcohólicos, pueden desarrollar cirrosis. Mientras que casi todas las personas que beben cantidades excesivas de alcohol sostienen un cierto daño en el hígado, éste no se convierte necesariamente en cirrosis.
Los factores que afectan el desarrollo de la cirrosis incluyen:
* La cantidad de alcohol consumida * La regularidad de la bebida * La disposición del individuo * La nutrición
Degeneración Grasosa Del Hígado (Hígado Adiposo)
Toda persona que beba grandes cantidades de alcohol, aunque sólo sea por algunos días, desarrollará una condición en la cual las células del hígado se hinchan con glóbulos grasosos y agua. Las personas diabéticas, que son obesas, que toman ciertas drogas o que sufren de desnutrición severa de proteína, pueden también desarrollar degeneración grasosa del hígado.
La degeneración grasosa del hígado es la primera etapa de la enfermedad alcohólica del hígado. El hígado puede curarse durante esta etapa si el paciente deja de beber.
Prevención de la Enfermedad Alcohólica del Hígado
La enfermedad del hígado relacionada con el alcohol se puede prevenir parando el uso del alcohol. El uso continuo del alcohol causará formación adicional de cicatriz y problemas serios de salud. Puesto que no hay cura para la mayoría de las enfermedades serias del hígado y pocos tratamientos son eficaces, con excepción de un trasplante, es muy importante prevenir daño al hígado siempre que sea posible.
Para proteger su hígado, limite el consumo del alcohol. Si usted desea permanecer sano y vivo, respete su hígado. No lo sobrecargue con alcohol y drogas.
El Trasplante de Hígado y el Alcohol
Muchas de las personas que desarrollan cirrosis del hígado debido al uso excesivo del alcohol no necesitan un trasplante de hígado. La abstinencia del alcohol y tratamiento de la enfermedad pueden permitir que usted viva por varios años sin un trasplante. Para los pacientes con enfermedad del hígado avanzada, donde abstinencia prolongada y tratamiento médico no logran restablecer la salud, un trasplante puede ser considerado.
La mayoría de los programas de trasplante requieren abstinencia del alcohol por lo menos seis meses antes de la cirugía y permanentemente después de la cirugía, más la inscripción en un programa de asesoramiento. 2004

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